De Primavera en Primavera y tiro porque me toca

Published On: abril 27, 2021

Por estas épocas del año pasado vivíamos de 2 semanas en 2 semanas y ya éramos grandes expertos en combinar chándal con zapatillas, buscar fondos molones para zoom y empezabamos a necesitar una peluquería.

En vez de lucir modelitos nuevos lucíamos el moreno de balcón y nuestro mejor amigo era el repartidor.

Un año más tarde, tenemos algo más de libertad pero, ¿qué pasa con la colección primavera-verano 2020?

 

Un antes y un después

Y ojo, que no lo decimos nosotros…

No vamos a volver a la situación en la que estábamos, esto va a implicar un cambio de paradigma. En seis o doce meses el retail se va a transformar como no lo ha hecho en 200 años.

Está claro que algo hay que cambiar, las cifras hablan por sí solas y tener entre 140 y 160 mil millones de dólares en inventario sin vender a nivel mundial no es moco de pavo.

¿No será que querer abarcar al mayor público posible acabamos sobredimensionando las colecciones?

Evidentemente, la pandemia ha sido muy responsable de esta gran cantidad de ropa dobladita en su caja y sin estrenar, pero si miramos hacia atrás, los outlets y las campañas de ventas privadas ya eran un festival antes que llegara ningún bichejo que nos encerrara en casa.

¿Por qué?

Motivos hay de sobras, pero te dejamos el top 3:

  • Colecciones sin fin para llegar a todo tipo de públicos
  • Necesidad de tener cosas nuevas en la tienda de manera constante para atraer a los compradores
  • Mínimos de producción inflados por proveedores

Cuando las tendencias las marcan los proveedores y las colecciones se hacen pensando en cómo quedarán en el lineal más que en quién las vaya a llevar, Houston, tenemos un problema.

Hemos tenido un año para reflexionar y nadie dice que sea fácil, pero igual hay que replantearse algunas cositas.

 

El fast vs el slow

slow fashion

El fast y el slow han ido a la par en cuestión de cierre de tiendas y en dificultades para vender una temporada que pasamos en chándal y zapatillas.

Aunque hay que reconocer que el fast jugó la carta de su recurso estrella: la flexibilidad. Al tener producciones más frecuentes les bastó con parar algunas de ellas para reducir el nivel de stock. Inditex consiguió reducir su inventario de 2020 en un 11 %, que ni tan mal.

Giorgio Armani ha sido uno de los que más se ha mojado al hablar del futuro de la moda:

No tiene sentido que una chaqueta o un traje mío esté en la tienda durante tres semanas, que se vuelva inmediatamente obsoleto y sea reemplazado por una nueva mercancía, no demasiado diferente de la anterior.
Ya no quiero trabajar así, me parece inmoral.

Más claro no lo podía decir e incluso lo demostró celebrando el desfile de otoño invierno a puerta cerrada.

Si esta pandemia nos ha enseñado algo es que quizás no hace falta tener tanto si no mejor. Y en esto el slow se sale.

El slow fashion se caracteriza por cuidar todos los detalles, son producciones más pequeñas y más de nicho. ¿Qué prefieres las lentejas de la abuela o una lata en conserva?

 

Consciencia y coherencia

La moda sostenible se ha ido abriendo camino en los corazones de los consumidores que cada vez aprecian más la procedencia y el tacto de lo que se ponen.

Poco a poco vamos ganando consciencia y nos vamos preocupando un poco más por cómo se han fabricado las prendas que llevamos y con qué tipo de tejido.

Por no decir que si fabricamos de manera más consciente reduciremos también el inventario de productos sin vender de temporadas anteriores y no contribuiremos a los millones de toneladas de ropa que se acaba tirando o destruyendo.

Somos bichos de costumbres y a veces la coherencia se nos escapa, ahora más que nunca las marcas necesitan acercarse a los consumidores, escuchar lo que necesitan y cuándo lo necesitan. Si en febrero aún hace fresquete, ¿para qué necesitamos instigarlos a que se compren diez bañadores y ocho pareos?

En invierno jerseys y en verano camisetas. ¿Coherente no?

Para acercarse a los consumidores no hay más que escucharlos, al mejorar la relación con el cliente puedes optimizar las producciones.

Pensar más allá de lo establecido, solemos perder oportunidades de conocer a nuestros clientes simplemente por no dedicarles la suficiente atención o por no preguntarles qué quieren.

Del chándal y zapatillas a ir de outlet en outlet en busca del chollo para acabar buscando inspiración en la coherencia y la sostenibilidad. 

Ha sido un año completito para la moda.